Ayer volvió a ser el día: por tercera vez este año, nos invitaron al «After Work Experience» en Adaccio. Después del trabajo, sólo había que ir directamente al casco antiguo de Coblenza para charlar con los compañeros, lejos de las reuniones y las breves pausas para comer, y brindar con una bebida refrescante. Por supuesto, ¡también había deliciosa comida para picar entre horas! Lo pasamos muy bien juntos, nos reímos mucho, contamos historias y nos pusimos al día. Veladas como ésta refuerzan la cohesión del equipo y ofrecen la oportunidad de intercambiar ideas con colegas con los que se tiene menos contacto en la vida cotidiana.